Nunca se supo si encontró agua, en 1974, un labrador chino
que abrió un pozo a orillas de la montaña Li, en una pradera verde
sembrada de arroz y algunas legumbres.
Se sabe, sin embargo, que
halló unas 8.000 figuras de tamaño natural que formaban el ejército de
Xi'an, esculpidos para las honras fúnebres de Qin Shihuang el primer
emperador de China.
Se formó el imperio con la unión de las dinastías Qin (del
221 al 207 a.C.) y la Han (del 206 a.C. al 220 d.C.) y el Emperador se
enterró, además de con la compañía de entre 7.000 a 8.000 guerreros de
terracota, junto a valiosas joyas , armaduras, monedas, piezas de
bronce, entre las que se destacan accesorios, lámparas o vasijas, y
caballos de origen mongol.
A aquel descubrimiento, dadas sus dimensiones e
importancia, se le denominó como la octava maravilla del mundo,
después de la Gran Muralla China.
A los antiguos emperadores chinos se les enterraba en
terrenos llanos, luego se cubría con tierra todo lo construido como
ofrenda funeraria. La dinastía Qin dejó de existir hace más de 2.000
años y reinó solamente durante 15. Sin embargo dejó para la posteridad
el ejército de soldados y caballos de terracota que forman parte de la
ofrenda funeraria de Qin Shihuang. Más de 8.000 soldados, todos
distintos, de 1'80 de altura, preparados para el combate, junto con sus
caballos, armas y ropas. Fueron declarados Patrimonio Mundial de la
UNESCO en 1987.